lunes, 20 de diciembre de 2010

Gris
Era todo lo que veía, no sé si era una muy espesa neblina o qué, recuerdo sentirme ensimismada...era rara esa sensación...es como cuando te das cuenta que algo es tan doloroso que cerras los ojos y lo único que deseas es caer rendido en la cama y dormir durante 1000 años, o que la tierra te trague, o sino que un yunque te caiga en la cabeza para así despertar y descubrir que tenes una severa laguna mental.
Al final decidí abrir mis ojos  ¿Dónde diablos estaba?...
miré en toda direcciones, aún tenia la vista algo borrosa, pero pude discernir que me encontraba en una especie de bar, de esos que uno va a tomarse un exprimido de naranja con tostados. Me di cuenta más que nada por el aroma a café y cigarros entremezclados con una vaga fragancia a jazmines (mis flores preferidas!).
Cuando al fin pude recobrar mi visión gire la cabeza para observar una gran vidriera "El aprendiz", me resulto un nombre raro para un barsito, aunque acorde con la humildad del ambiente.
¿Qué hacia ahí? ¿Estaba sola?
Ahora no podía quitar la vista de la ventana a mi izquierda, quien fuere mi acompañante, hombre o mujer, me causaba tanto disgusto que no podía ni mirarle a los ojos.
¿Por qué me sentía tan confundida? tan dolida, avergonzada y hasta me atrevería a decir que estaba a punto de quebrar en llanto.
¿Por qué tanto dolor ? No podía recordarlo, ni siquiera sabia cómo había llegado hasta tales limites, no sabia que podía sentir tal ESTRUJOn en el pecho, no sé si esa seria la palabra adecuada en realidad.
"Sos una mujer complicada pero sé que no sos una mala persona y estas llena de virtudes... aun así: no puedo volver a conocerte"

Continuara...

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